Visita de Su Alteza Imperial el Príncipe heredero de Japón
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18, junio, 2013
Su
Alteza Imperial el Príncipe Heredero de Japón visita la Antigua Librería
En el marco de su visita oficial a España
con motivo de las conmemoraciones de los 400 años de relación entre ambos
países, el pasado día 13 de junio el príncipe Naruhito visitó
Salamanca, donde tuvo ocasión de conocer varias dependencias de la Universidad
y de hablar con investigadores especializados acerca del Agua, uno de los temas
científicos por los que SAI está especialmente interesado.
Durante su visita a la Antigua Librería, el príncipe escuchó las
palabras de bienvenida del rector de la Universidad y firmó en el libro de
honor. Seguidamente, atendió las explicaciones de la directora de la
Biblioteca, que le mostró diversos ejemplares que concitaron inmediatamente su
interés:
La Cosmographia de
Claudio Tolomeo, manuscrito del siglo XV sobre pergamino, muy
coloreado, que perteneció al obispo de Gerona Joan Margarit y posteriormente al
Colegio Mayor de Cuenca. Siguiendo con la cartografía, el príncipe pudo ver un
brillante mapa de Japón en color, perteneciente a la obra de Henricus
Hondius, Atlantis Maioris Appendix, publicada en
Ámsterdam en 1631.
Interesado en Francisco Salinas, músico teórico, organista,
catedrático del Estudio, se le mostró un ejemplar de De musica libri
septem, obra publicada en Salamanca en 1577.
Finalmente, pudo ver dos impresos relacionados con diversos
usos del Agua a lo largo de la historia.
En primer lugar, la obra de 1643 de Claude Barthélémy
Morisot, que incluye un magnífico grabado de una naumaquia, que
observó entre extrañado y divertido, al ver cómo en ámbitos cortesanos se
podían construir lagos artificiales como juego. Ante la vista de los
grabados plegados de la siguiente obra, la de Bernard Forest de
Bélidor sobre arquitectura hidráulica, publicada en el siglo XVIII,
realizó comentarios acerca de la modernidad de la ingeniería hidráulica
representada en los grabados.
A continuación, un pequeño grupo acompañó al príncipe
Naruhito a visitar la restringida sala de manuscritos e incunables,
donde pudo ver el Liber canticorum et horarum (s. XI),
uno de los códices más antiguos conservados en la Biblioteca, así como
el ejemplar salmantino del Códice Calixtino (s. XIV),
como antesala de la visita que le llevaría al día siguiente a Santiago de
Compostela. Por último reparó en el libro de firmas de la Biblioteca,
donde sus padres habían firmado en 1985 y transmitió al rector el buen
recuerdo que los emperadores tienen de aquella visita.