Feliz verano… con libros
La fuente de la sabiduría fluye en los libros
El curso llega a su fin y se acercan dos prometedores meses de verano en los que podremos ir devorando esos libros que se nos han ido acumulando en la mesa de trabajo, en la mesilla de noche o en alguno de los modernos artilugios que ahora nos sirven como mediadores de los textos.
Para desearles un feliz verano les presentamos la preciosa marca de un impresor francés, Charles Morel, activo entre 1629 y 1639. Miembro de una dinastía de impresores que venía trabajando en París desde mediados del siglo XVI, no solo como artesanos impresores, sino como editores y sabios humanistas versados en latín y griego. Todos ellos ocuparon el cargo de impresores ordinarios del rey. Según Jean de La Caille (1645-1723)[1], las ediciones de textos latinos y griegos «l’ont fait estimer pour un des plus celebres imprimeurs & libraires de son temps». Al parecer, ya Frédéric Morel (activo entre 1578 y 1614) ya utilizó esta marca, con la leyenda que motiva esta entrada. También la utilizó su padre, Claude Morel. Sin embargo, en muchos casos la marca es simplemente la imagen de la fuente[2].
La marca de la que hablamos está tomada de una edición de las obras completas de Clemente de Alejandría (París 1629). Se trata de una estampa calcográfica que representa una fuente con dos tazas dentro de un óvalo con la inscripción en griego: ἡ σοφἰας πήγη ἐν βιβλίοισι ῥέει (La fuente de la sabiduría fluye en los libros). Rodean el óvalo las alegorías de los cuatro continentes conocidos, cuatro figuras femeninas con animales: Asia (camello); África (león); Europa (caballo) y América (loro). En la parte inferior del óvalo, escudete con el monograma del impresor, que firma en el pie de imprenta «viâ Iacobaea ad insigne Fontis». La firma del grabador aparece en una voluta en la parte inferior, a la izquierda del escudete del impresor: «L. Gaultier incidit 1618», lo que nos permite deducir que esta marca venía siendo utilizada desde unos años antes.
Lo dicho: retírense a la paz de estos meses caniculares con aquellos libros cuya lección y estudio nos mejora[3].
[1] Histoire de l'imprimerie et de la librairie (1689), Genève: Slatkine Reprints, 1971, págs. 270-271.
[2] Cf. M. L. C. Silvestre, Marques typographiques ou recueil des monogrammes, chiffres, enseignes... des libraires et imprimeurs qui ont exercé en France…, (ed. original Paris 1859), Amsterdam: B. R. Grüner, 1971, nº 424, 569, 570.
[3] Cf. el interesante comentario al famoso poema de Quevedo, «Desde la Torre», que realiza Javier García Gibert, La Humanitas hispana: sobre el humanismo literario en los Siglos de Oro, Salamanca: Ediciones Universidad de Salamanca, 2010, págs. 182-201.
Agradecemos a la profesora Teresa Martínez Manzano la transcripción y traducción de la inscripción.