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Martín Abad, Post-incunables, 2.ª adenda

La 2.ª adenda de Post-incunables ibéricos de Julián Martín Abad y algunos raros impresos conservados en la Biblioteca General Histórica de la Universidad de Salamanca

Óscar Lilao Franca, 22 julio 2016

Como dize Gal. en la terapeu. La scientia se haze por aditamento y aun dize así mismo Galeno: que somos como niños en el cuello del gigante: que puesto en el cuello vee más adelante, etc. […] y Platon que ninguno puede començar y acabar […].

Luis Lobera de Ávila, «Escusa del autor», Vergel de sanidad, Alcalá 1542, fol. cij vº.

 A Julián Martín Abad y a Mercedes Fernández Valladares que, conscientes de que sus trabajos bibliográficos no pueden acabar, siguen aportando aditamentos que alargan nuestro horizonte.

Puesto que la ciencia se hace por aditamento y, en materias bibliográficas, resulta difícil poner un punto y final, era inevitable que, tarde o temprano, Julián Martín Abad diera a la estampa un nuevo suplemento de su repertorio bibliográfico Post-incunables ibéricos, obra dedicada a los impresos que salieron de las prensas españolas y portuguesas entre 1501 y 1520, y definido por su autor como «simplemente una relectura global de la imperfecta obra maestra de Norton».
  En efecto, Post-incunables se propuso, allá por el año 2001, revisar, completar (con nuevas ediciones, nueva bibliografía y nuevos ejemplares), pulir, limpiar de ediciones y ejemplares imaginarios el gran repertorio de Frederick J. Norton, A descriptive catalogue of printing in Spain and Portugal, 1501-1520, publicado en 1978. En esta primera contribución, Martín Abad añadía al repertorio nortoniano 137 nuevas ediciones. En 2007 ve la luz una primera adenda, que incorporaba 16 nuevas ediciones. La reciente 2.ª adenda añade otras 49, alcanzando en monto total de ediciones post-incunables, la cifra de 1606.
  En todas las adendas se cumplen los objetivos ya mencionados: se da cuenta, describiéndolas, de nuevas ediciones, basándose a veces en fragmentos o simplemente algunas hojas conservadas (por ejemplo, la interesante colección de bulas que aparecieron en Segovia, en el sepulcro de Isabel de Zuazo, en la Iglesia de San Esteban); se amplía la bibliografía con nuevas referencias, a veces no solo con la cita bibliográfica, sino con apuntes sobre su pertinencia, sus aciertos o sus fallos o, incluso, haciendo extensas citas cuando el asunto así lo merece. Se añaden nuevos ejemplares aparecidos o no controlados en las sucesivas partes del repertorio; o se corrige la asignación incorrecta de determinados ejemplares a una edición. También hay que destacar el esfuerzo por eliminar referencias a ediciones fantasma –que se resisten con testarudez a desaparecer de las bibliografías–. En fin, recuperando el subtítulo que su autor propone en la página 17 de su primera entrega –y que Mercedes Fernández Valladares recupera en su presentación a esta adenda–, la obra quiere ser un «índice de impresos españoles y portugueses de los años 1501 a 1520, para ayudar a su identificación tipográfica, editorial, textual, bibliográfica y bibliotecaria».
  La adenda ha sido magníficamente editada por Julio Ollero Ramos, editor de las anteriores entregas. En esta, el autor ha añadido una útil tabla de correspondencias entre los números de ítem de Post-incunables y las sucesivas adendas, con la obra de Norton y la de Helga Maria Jüsten.

La presentación de este nuevo suplemento nos sirve para destacar tres entradas de esta nueva adenda que tienen que ver con los fondos de esta biblioteca de la Universidad de Salamanca: uno de ellos ya aparecía en Norton, sirviéndose de un pequeño fragmento superviviente; un nuevo fragmento permite ahora completar la descripción. Las otras dos noticias se refieren a ediciones desconocidas, cuya descripción ha sido posible gracias a ejemplares conservados en nuestra biblioteca, aunque también una de ellas se basa en un testimonio muy fragmentario.

1. Comenzamos mencionando la edición desconocida de un Psalterium Romanum, Sevilla, Estanislao Polono, 22 octubre 1502 (Martín Abad, nº 1277·5), que es la única de las tres ediciones que está completa, conservada en el Incunable 291(2), y de la que ya habíamos dado cuenta en estas páginas hace ya un tiempo.

2. Norton 382 describe una obra litúrgica, un breviario, probablemente de Calahorra, que Martín Abad, nº 208 cita como [Breviarium Calagurritanum et Calciatense] [Logroño: Arnao Guillén de BrocarMs 1889 (enlace a pdf), c. 1505?]. El bibliógrafo británico basaba su descripción en las hojas 113-120 (cuaderno p8), únicas que pudo consultar. Ya Odriozola, nº 200, afirmaba que, sin haber menciones explícitas, lo más probable es que se tratara de un libro litúrgico de Calahorra, pero «Lo que es indudable es que está impreso por Brocar hacía 1505». El ejemplar conservado en la Universidad de Salamanca (dentro de un volumen facticio con piezas manuscritas, Ms. 1889) permite conocer el primer cuadernillo de la edición, [cruz griega]8, sin foliación, que contiene el calendario litúrgico, precedido de una a modo de portada, con el escudo de Fadrique de Portugal, obispo de Calahorra y La Calzada entre 1503-1508, y, en el vuelto, la carta por él dirigida al clero de su diócesis, alabando las posibilidades que ofrece la imprenta para unificar los textos litúrgicos y para hacer posible su adquisición por un precio asequible. Norton afirmaba que esas hojas, encontradas por Odriozola en la Parroquia de Alegría (Álava) –como encuadernación de otra obra litúrgica–, habían sido depositadas en el Seminario de Vitoria. En cualquier caso, aquellas páginas no se han vuelto a localizar. De momento, este testimonio salmantino sería el único que queda de aquella edición.
  Los restos de este impreso se encuentran en un volumen facticio, con diversos materiales de carácter astronómico, que perteneció al canónigo conquense Eustaquio Muñoz (1469-1546), cuyas anotaciones pueden verse en las imágenes y cuyas peripecias bibliográficas tan bien desentrañó Carmen Castrillo.

3. Habíamos pensado acabar estas líneas diciendo que, a buen seguro, don Julián tendría ya, después de publicada su segunda adenda, nuevas notas que darían lugar a más suplementos. Nos vemos obligados a adelantar esa conclusión, puesto que, al preparar esta breve nota y volver sobre los materiales, han aparecido nuevos datos sobre la edición hasta ahora desconocida que Martín Abad recoge en su nº 1105·5: «Núñez de Ávila, Luis: Regimen cum curatione contra peste. Nouiter Impressum. Barcelona, Pere Posa (sobrino), 15 dic. 1519». En el colofón se nos dan claramente los datos editoriales: «Impressum Barcinone per magistrum Petrum Posa, anno Domini Millesimo. D.xix.Die vero.xv.Mensis Decembris».
  Del impresor barcelonés Pere Posa II (sobrino de un impresor homónimo), Norton (págs. 84-86) describe solamente cuatro ediciones, todas fechadas en 1518 y nos dice: «The active career of the younger Posa appears to have been restricted to a few months of 1518, and no more is heard of him after that year. […] At an uncertain date, but probably soon after 1518, the younger Posa’s material had changed hands and was in use by Jaume de Vingles». Poco más o menos es lo que reseña Juan Delgado en su Diccionario de impresores españoles. Pero, como vemos por este nuevo ítem de su producción, el joven Posa sí se dejó oír más allá de 1518, al menos un año más: en la Universidad de Salamanca se conservan dos hojas sueltas, que parecen ser la primera y la última, de esta edición de un tratado contra la peste, en las que se basa la descripción de Martín Abad (BG/R. 33).
  Pero no se trata solamente de una edición desconocida. Cuando advertimos al autor de Post-incunables de la aparición de estas hojas, nos habíamos preocupado por rastrear en diferentes repertorios la existencia de esta edición y la identidad de su autor, Luis Núñez de Ávila, como aparece en la portada: «per … Ludouicum Nuñez de Auila». Sin resultado. Como no pasará desapercibido a cualquier conocedor de la historia de la medicina e incluso de la imprenta española del siglo XVI, el nombre del autor nos recuerda inmediatamente al famoso médico del emperador Carlos, conocido normalmente como Luis Lobera de Ávila (ca. 1480-1551) (Granjel 1959; Diccionario biográfico español). En las ediciones de sus obras firma de ese modo, pero también como Luis de Ávila o Luis Ávila de Lobera y esta misma variación en el orden de los apellidos la encontramos en las distintas piezas paratextuales que acompañan a sus ediciones. Solamente en el registro de autoridad de la Biblioteca Nacional de España se nos advierte que «en la documentación de archivo aparece también como Luis Núñez de Ávila y doctor Ávila».
  También esa pista fue atendida, pero no encontramos ninguna referencia a una edición tan temprana de este autor. Es más, en las diferentes bibliografías o en las reseñas bio-bibliográficas de Lobera, la primera edición que se menciona es la que apareció en Alemania bajo el título Vanquete de nobles caualleros e modo de biuir… e trata del regimiento caratiuo e preseruatiuo delas fiebres Pestilenciales e dela Pestilencia… por el doctor Luys de Auila…, Augsburg: Heinrich Steiner, 1530 (VD16 L 2168, con enlace a ejemplar digitalizado). En esta edición, como capítulos LIII-LXVII, aparece el «Regimiento preseruativo y curatiuo breue y compendioso vtilissimo en todo tiempo de pestilencia…», en castellano (la parte llamada propiamente Banquete tiene texto en castellano y en latín, sin que sean exactamente uno traducción del otro).
  PortadaEn 1542 el Banquete fue nuevamente editado, ahora con el título Vergel de sanidad: que por otro nombre se llamaua Banquete de caualleros y orden de biuir… con otras cosas vtilissimas. Nueuamente corregido y añadido por el mismo autor… Luis Lobera de Auila…, en Alcalá, por Juan de Brocar (BG/35548) (digitalización en Biblioteca Digital Hispánica). Propiamente, en este año, el autor (o el editor) quiso publicar unas opera omnia, pues el Vergel se acompaña con el Libro de pestilencia curatiuo y preseruatiuo… y con un Remedio de cuerpos humanos, además de otros tratados menores. Los tres títulos, Vergel, Pestilencia y Remedio llevan cada uno su propia portada –con mención de dedicatarios diferentes– y su propia paginación, dando lugar, aparentemente, a tres ediciones distintas. Esta circunstancia justifica que numerosos estudiosos las consideren independientes y muy bien pudieron circular de este modo. Sin embargo, el colofón, con los datos de imprenta, aparece únicamente al final del Remedio. Como único producto editorial ha sido considerado el conjunto por Martín Abad en su tipobibliografía de Alcalá en el siglo XVI (nº 327), que lo describe como formado por tres volúmenes.
  Al hablar del tratado sobre la peste en su edición de 1542, Granjel afirma que es «reimpresión de varios capítulos incluidos, doce años antes, en el Banquete de nobles caballeros» (pág. 11). En modo alguno se trata de varios capítulos, sino de todo el texto que ya aparecía en 1530. Pero mientras en esta edición alemana, como hemos señalado, la numeración de los capítulos es consecutiva de los que constituyen el Banquete, en la española se le ha dado entidad propia –ya hemos dicho que con una portada– y los capítulos aparecen numerados del 1 al 15. Lo que sí encontramos en la edición alcalaína son varios capítulos más dedicados a la peste, estos redactados en latín (en cursiva, a diferencia de la gótica usada para el castellano), que no aparecían en la edición alemana y que Chinchilla define como un tratadito «reducido à esponer las causas, síntomas, pronóstico y curación de la peste» (pág. 294).
  Si nos hemos detenido para hablar de estas ediciones es porque la comparación del texto del tratado de la peste que aparece en ambas con el que podemos leer en la última hoja de la edición de 1519 confirma que nos encontramos ante el mismo texto de Lobera de Ávila (resuelvo abreviaturas):

Barcelona 1519  Augsburg 1530  Alcalá 1542 
 [recto de última hoja] erit malum debilibus de sonno: si potest ese dormiat in horis consuetis et si non fiat hoc prouocatium sonni…  [fol. V4v] Del dormir si pudiere ser duerma a sus horas acostumbradas y sino pudiere dormir puedese le hazer este dormitiuo…  [fol. vijr, col. b] Del dormir si pudiere ser duerma a sus horas acostumbradas: y sino pudiere dormir: puedese le hazer este dormitiuo…
 [vuelto de última hoja] cordiales: et habere intentionem in apostemate et in regimine potus et cibi. Sic domine mi atque pater amplissime secundum mei ingenij debilitatem dixi: quod secundum naturam contingere potest. Nunc restat christo … Amen [fol. X2v] cordiales y tener intención alas apostemas y al regimiento del comer y del beuer y assi ill. y muy magnifico señor he dicho según mi flaco parecer las cosas que por natura podrian succeder queda agora que roguemos a nnestro [sic] señor… Amen  [fol. viijr, col. a] cordiales: y tener intención a las apostemas: y al regimiento del comer y del beuer. Y assi Illustre y muy magnifico señor he dicho según mi flaco parescer las cosas que por natura podrían succeder. Queda agora que roguemos a nuestro señor… Amen

La envergadura del tratado no era muy grande: en la edición de 1530 ocupa 14 hojas en cuarto (desde S1 a X2v; con alguna entalladura intercalada), en letra redonda y a línea tirada; en la de 1542, en folio, 7 hojas y media, foliadas j-viij (desde A1 a B2r), en letra gótica y a dos columnas. La edición de 1519, en octavo –si realmente existió como tal y no se trata solamente de una prueba–, tendría, por tanto, poca extensión, menos incluso que en las otras dos ediciones mencionadas: el texto no presenta separación de capítulos y parece, pues, que se presentó como una sola secuencia textual, sin más rúbricas ni –podemos suponer– más iniciales que la que pudiera aparecer al comienzo de la obra (pues sí encontramos inicial en la dedicatoria, en el vuelto de la portada).

Existe otra conexión entre las ediciones de 1519 y la de 1530. En la primera, después del texto hay un epigrama dedicado al autor «Ad… Ludouicum Nuñez doctorem de Auila Christophorus Maluenda bacchalarij in saluberrima facultate». Entre los paratextos preliminares de esta misma edición vuelve a aparecer Maluenda, ahora como autor de una carta dirigida a Lobera, y también como receptor de la respuesta de este: ya no es un bachiller, sino «licenciatus, artium et medicinae».

Lo curioso es que en la de 1542, aparecen los mismos textos, con mínimas variaciones, pero aquí el autor de la carta a Lobera y el destinatario de su respuesta es «Ioannes de Vega Abulensis doctor artium & medicinae».

Tanto en la edición alemana como en la española, el Banquete o Vergel aparecen dedicados a Francisco de los Cobos, comendador mayor de la Orden de Santiago y del Consejo Real. En la alcalaína de 1542, como ya hemos señalado, el tratado de la peste recibe mayor independencia y ya en su portada propia aparece dedicado a Fernando Álvarez de Toledo, duque de Alba. En la edición barcelonesa, el tratadito estaba dirigido a «Ludouicum Emerlano in scientia hispanor[um] lucem: et ciuitatis Tui episcopu[m]». Se trata del obispo de Tuy que las jerarquías eclesiásticas llaman normalmente Martiano (o Merliano), que ocupó esa sede gallega entre febrero de 1517 y julio de 1521, año de su muerte.

En estas dos hojas encontramos, por tanto, no solo un testimonio más de la actividad de Pere Posa II; tampoco solamente el resto de una edición desconocida de un tratado médico; sino, sobre todo, la más temprana edición del tratado sobre la peste de un conocido médico de la España del siglo XVI.


Véase también el comentario a esta adenda en el blog de la Biblioteca Histórica de la Universidad Complutense

Castrillo González, Carmen, «Del Ms. 1889 de la Universidad de Salamanca a una biblioteca particular del primer tercio del siglo XVI», en La memoria de los libros: estudios sobre la historia del escrito y de la lectura en Europa y América, Salamanca: Instituto de Historia del Libro y de la Lectura, 2004, tomo I, págs. 683-703.
Chinchilla, Anastasio, Anales históricos de la medicina en general y biográfico-bibliográficos de la española en particular, New York: Johnson Reprint Corporation, 1967 (Ed. facs. de la ed. de: Valencia 1841-1846), tomo I, págs. 282-303.
Delgado Casado, Juan, Diccionario de impresores españoles (siglos XV-XVII), Madrid: Arco Libros, 1996.
Diccionario biográfico español, [Madrid]: Real Academia de la Historia, 2009-2013, vol. XXX, págs. 131-312, artículo firmado por Josep Lluís Barona Vilar.
Granjel, Luis S., Luis Lobera de Ávila, Salamanca 1959.
Jüsten, Helga Maria, Incunábulos e post-incunábulos portugueses (ca. 1488-1518) : (em redor do material tipográfico dos impressos portugueses), Lisboa : Centro de Estudos Históricos, Universidade Nova de Lisboa, 2009.
Martín Abad, Julián, La imprenta en Alcalá de Henares: 1502-1600, Madrid: Arco, 1991.
Martín Abad, Julián, Post-incunables ibéricos, Madrid: Ollero & Ramos, 2001.
Norton, Frederick J., A descriptive catalogue of printing in Spain and Portugal: 1501-1520, Cambridge: University Press, 1978.
Odriozola, Antonio, Catálogo de libros litúrgicos, españoles y portugueses, impresos en los siglos XV Y XVI, edición de Julián Martín Abad y Francesc Xavier Altés i Aguiló, Pontevedra: Museo de Pontevedra, 1996.
VD16 = Verzeichnis der im deutschen Sprachbereich erschienenen Drucke des 16. Jahrhunderts (VD16). Página web.

 

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Nuevas adquisiciones anteriores a 1900 (2000-2015)

10 de diciembre, 2015

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Aunque las principales funciones de la Biblioteca General Histórica son la conservación y difusión del fondo patrimonial heredado, anualmente se producen nuevos ingresos de fondo antiguo por donación o compra. Las donaciones de libros sueltos de fondo antiguo que no forman parte de una colección o biblioteca particular provienen en general de profesores o antiguos alumnos especialmente vinculados a nuestra Biblioteca, o bien de personas ajenas a la institución, pero con la sensibilidad de hacer perdurar el legado que ellos mismos recibieron. En el caso de las compras, en general se trata de obras impresas en Salamanca o vinculadas de algún modo a la Universidad, pero no conservadas en la Biblioteca, o incluso ejemplares singulares de obras ya existentes.

Todas estas obras se encuentran reseñadas, por supuesto, en el catálogo on-line de la Universidad. La razón de individualizarlas en esta página se debe a nuestra voluntad, en lo que respecta a las donaciones, de rendir homenaje a la generosidad de los antiguos poseedores, que han decidido que sus libros antiguos fueran patrimonio de todos; y en el caso de las compras, de reconocer el esfuerzo y la inversión económica de la Universidad de Salamanca para incrementar su fondo bibliográfico histórico.

Junto a los ingresos individuales, durante este periodo es preciso resaltar dos grandes donaciones en 2008:

-  Traslado desde la Biblioteca Francisco de Vitoria de su colección de fondo antiguo (905 volúmenes), tras la autorización de la Junta de la Facultad de Derecho.

-  Donación de la biblioteca familiar de D. Jesús Fernández Ejado, farmacéutico de Frómista (Palencia), con 66 títulos de revistas y 555 monografías, de las cuales casi la mitad son anteriores a 1900. La obra más antigua es la edición de 1703 en tres volúmenes de Elementos de farmacia, teórica y práctica de Antoine Baumé.

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Teresa de Ávila

15 octubre 2015

De la “historia” por entregas (con su capítulo para santa Teresa)

Entre la numerosa literatura popular que se difundió enormemente en el siglo XVIII –obritas de carácter escolar y devocional, relaciones de comedias, almanaques, pronósticos, lunarios y calendarios, relaciones de sucesos, etc.– «se editaron manejables y económicas ediciones de tamaño cuarto y octavo de textos muy conocidos por el gran público. Los editores, que trataban de hacer asequibles las obras haciendo digests, es decir, abreviando los originales, acercaban la literatura a nuevos públicos en un siglo de pervivencias, de reescrituras, de reediciones, de traducciones» (García Collado 2003: 412). Entre estas obras resumidas, la autora cita el Teatro crítico de Feijoó.

Se está refiriendo sin duda a la obra que apareció con el título Feijoò critico-moral, y reflexivo de su theatro sobre errores comunes: con un breve resumen de cada uno de sus discursos, firmada por Leonardo Antonio de la Cuesta y publicada en Madrid por Manuel Martin, 1764-1765, en 10 tomos. Esta obra se menciona en otra publicación muy extensa del mismo autor, el Estado sagrado chronologico, genealogico, y universal del mundo (Madrid: Manuel Martín, 1765-1767, 12 tomos). Ambas –en especial nos ocuparemos de la segunda– nos interesan por su forma de publicación y difusión (cf. Aguilar Piñal, II: nos. 5806 y 5807).

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Adquisición de un manuscrito del siglo XVIII sobre la historia de Salamanca

11 de noviembre de 2014

El pasado 3 de noviembre fue presentado en la Feria del Libro Antiguo el manuscrito de la historia de Salamanca escrita por Bernardo Dorado hacia 1770, que ha sido adquirido gracias al acuerdo entre la Universidad, el Ayuntamiento de la ciudad y la Diputación provincial.  

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La HISTORIA DE LA CIUDAD DE SALAMANCA, SU ANTIGÜEDAD, LA DE SU SANTA YGLESIA, SU FUNDACIÓN Y GRANDEZAS, QUE LA ILLUSTRAN, I DISTINGUEN. ESCRITA POR DON BERNARDO DORADO, [SALMANTINO], BENEFICIADO DEL LUGAR DE LA MAIA, DEL OBISPADO DE SALAMANCA es la copia manuscrita autógrafa de la segunda historia local salmantina, tras la publicada por Gil González Dávila en 1606. Fue impresa por primera vez en Salamanca en 1776 por Juan Antonio Lasanta, quien realizó dos emisiones. Debido a su éxito, en 1863 tuvo una segunda edición ampliada, también impresa en Salamanca, en la imprenta del Adelante. Finalmente, en 1985 y en 2007 la edición de 1776 fue objeto de sendas ediciones facsimilares, la primera con grabados y editada en Salamanca por Gráficas Europa, la segunda en Valladolid por la editorial Máxtor.

EL MANUSCRITO ADQUIRIDO es la copia de trabajo del propio autor y contiene variaciones respecto al texto editado en 1776. De hecho, es una versión previa a la definitiva, que lleva numerosas glosas marginales, tachaduras, enmiendas y subrayados. Es, en consecuencia, una de las raras ocasiones en que pueden reunirse el manuscrito autógrafo, las ediciones impresas originales y las ediciones facsimilares.

Como depósito de fondos patrimoniales, la BIBLIOTECA DE LA UNIVERSIDAD DE SALAMANCA se enriquece con un nuevo manuscrito, que permite completar el círculo del libro, desde su origen hasta el facsímil. Como centro de investigación, la Biblioteca podrá ofrecer a sus usuarios un nuevo ejemplar salmantino, que, además de la información local que aporta, revela la manera de trabajar la historia en el siglo XVIII.

El volumen se encuentra depositado en la Biblioteca General Histórica de la Universidad de Salamanca, sala de manuscritos e incunables, con la signatura Ms. 2796. El Ayuntamiento y la Diputación cuentan con sendas copias digitales de alta resolución y el manuscrito está accesible a texto completo a través de GREDOS, el repositorio de la Universidad de Salamanca.


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Feliz verano… con libros

La fuente de la sabiduría fluye en los libros

El curso llega a su fin y se acercan dos prometedores meses de verano en los que podremos ir devorando esos libros que se nos han ido acumulando en la mesa de trabajo, en la mesilla de noche o en alguno de los modernos artilugios que ahora nos sirven como mediadores de los textos.

Para desearles un feliz verano les presentamos la preciosa marca de un impresor francés, Charles Morel, activo entre 1629 y 1639. Miembro de una dinastía de impresores que venía trabajando en París desde mediados del siglo XVI, no solo como artesanos impresores, sino como editores y sabios humanistas versados en latín y griego. Todos ellos ocuparon el cargo de impresores ordinarios del rey. Según Jean de La Caille (1645-1723)[1], las ediciones de textos latinos y griegos «l’ont fait estimer pour un des plus celebres imprimeurs & libraires de son temps». Al parecer, ya Frédéric Morel (activo entre 1578 y 1614) ya utilizó esta marca, con la leyenda que motiva esta entrada. También la utilizó su padre, Claude Morel. Sin embargo, en muchos casos la marca es simplemente la imagen de la fuente[2].

La marca de la que hablamos está tomada de una edición de las obras completas de Clemente de Alejandría (París 1629). Se trata de una estampa calcográfica que representa una fuente con dos tazas dentro de un óvalo con la inscripción en griego: ἡ σοφἰας πήγη ἐν βιβλίοισι ῥέει (La fuente de la sabiduría fluye en los libros). Rodean el óvalo las alegorías de los cuatro continentes conocidos, cuatro figuras femeninas con animales: Asia (camello); África (león); Europa (caballo) y América (loro). En la parte inferior del óvalo, escudete con el monograma del impresor, que firma en el pie de imprenta «viâ Iacobaea ad insigne Fontis». La firma del grabador aparece en una voluta en la parte inferior, a la izquierda del escudete del impresor: «L. Gaultier incidit 1618», lo que nos permite deducir que esta marca venía siendo utilizada desde unos años antes.


Lo dicho: retírense a la paz de estos meses caniculares con aquellos libros cuya lección y estudio nos mejora[3].



[1] Histoire de l'imprimerie et de la librairie (1689), Genève: Slatkine Reprints, 1971, págs. 270-271.

[2] Cf. M. L. C. Silvestre, Marques typographiques ou recueil des monogrammes, chiffres, enseignes... des libraires et imprimeurs qui ont exercé en France…, (ed. original Paris 1859), Amsterdam: B. R. Grüner, 1971, nº 424, 569, 570.

[3] Cf. el interesante comentario al famoso poema de Quevedo, «Desde la Torre», que realiza Javier García Gibert, La Humanitas hispana: sobre el humanismo literario en los Siglos de Oro, Salamanca: Ediciones Universidad de Salamanca, 2010, págs. 182-201.

Agradecemos a la profesora Teresa Martínez Manzano la transcripción y traducción de la inscripción.


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Alonso de Villegas y su Flos sanctorum

27, febrero, 2014

Un curioso copyright del siglo XVI

Alonso de Villegas y su Flos sanctorum


Veinte años después de que viera la luz su obra de juventud, de la que luego abominaría, el toledano Alonso de Villegas (1534-ca. 1615), comienza a publicar la que será la obra de su vida y un best seller de finales del siglo xvi y comienzos del xvii –con prolongación hasta bien entrado el siglo xviii–: la serie de vidas de santos conocida como Flos sanctorum, que se desplegará a lo largo de seis voluminosas partes y numerosas ediciones[1].

Para hacerse una idea de su éxito editorial basta navegar por el Catálogo colectivo de patrimonio bibliográfico o, mejor aún, por las nueve páginas que le dedica Palau (XXVII, 252-261), con algunas anotaciones que permiten valorar mejor esta obra[2].

En 1578 ve la luz en Toledo su primera parte y la sexta y última en Madrid en 1603, que son los años no solamente de la edición, sino también de la escritura del texto, como el autor nos va indicando al final de varias de sus partes[3]. Con sus 69 ediciones recogidas por Palau –cifra con seguridad revisable pero que sirve a nuestro propósito–, «Villegas acaba con las ediciones sin nombre de autor o compilador en el título [se refiere a las numerosas ediciones anteriores con ese título de Flos sanctorum] y con el padre Pedro de Ribadeneira monopolizará dicho título en lo sucesivo» (Palau, XXVII, 253b).

Semejante éxito fue acompañado de sinsabores, pues conforme mandaba a las prensas sus diferentes partes, veía el autor aparecer inmediatamente en el mercado ediciones no autorizadas, normalmente en Barcelona y Zaragoza. Siendo el autor de Toledo y siendo esta la ciudad en la que se imprimen las primeras ediciones de las tres primeras partes, parece que sean las toledanas las que Villegas va controlando[4].

El estricto cumplimiento de la legalidad por parte de Villegas podemos verlo ejemplificado en la edición de la cuarta parte, impresa en Cuenca en 1599. Aunque en el vuelto de la portada encontramos una tasa fechada en 1589 –lo cual podría hacer pensar en el aprovechamiento de preliminares legales anteriores–, unas páginas más adelante encontramos una suma del privilegio, concedido al autor, por el que sabemos que el privilegio original había caducado –concedido en 1588, por diez años–, y que se renueva en julio de 1598, para esta nueva edición, con una duración de seis años. Así mismo hay unas erratas fechadas en 1599 y una mención de la tasa para esta nueva edición. Asimismo, escarmentado de tanta piratería, en la última parte, la publicada en 1603, decide pedir privilegio para Aragón.

También en cuanto al contenido tenía Villegas su contencioso, según las palabras finales del prólogo al lector en su última parte de 1603, donde se lamenta de haber visto «en autores que tratan de las materias que yo trato, y salen ahora a luz cosas, que ha veinte y treinta años que las prediqué, y andan en papeles míos». Si, como él mismo ha hecho, esos autores hubieran citado la fuente de sus textos, «reconociendo el dueño […], tuviéralo por merced y favor, en que quisiesen servirse y aprovecharse de ellos».

Merecería la pena establecer bien la cronología de las ediciones y analizar su contenido –pues en algunas partes añade materiales en las sucesivas ediciones–, pero no es lo que aquí nos proponemos. Baste esta breve introducción para mostrar lo que era nuestro principal objetivo.

Harto pues de ver cómo se sucedían las ediciones no autorizadas, Villegas recurrió a un artístico recurso para autentificar las verdaderas. No tenemos a nuestra disposición las primeras ediciones toledanas; sin embargo, si nos fiamos de Palau, podría ser a partir de la edición de Toledo 1589, cuando el autor decidió dar este estético paso. Señala el bibliógrafo en nota a esta edición que «el autor denuncia ediciones fraudulentas de la primera parte» (nº 369126).

Lo cierto es que, en cierto momento, para dar autoridad a sus ediciones, el autor decidió añadir un retrato suyo, realizado por el grabador Pedro Ángel (activo en Toledo entre 1584-1618), debajo del cual puso la siguiente nota (modernizamos la grafía)[5]:

Al lector

Por haberse impreso (cristiano lector) diversas veces sin orden mía las partes de Flossanctorum que yo he compuesto, y las impresiones de ellos han salido con muchos errores, algunos de los cuales son pretendidos de industria por personas que, siguiendo sus particulares pareceres, dicen otro de lo que yo digo, y tengo bien averiguado, por obviar este daño, di lugar a que el muy diligente en su arte de platero Pedro Ángel hiciese este retrato, que es como firma mía, y así donde estuviere se entenderá que la impresión se hizo por orden mía, y por lo mismo irá mejor correcta. Y por el contrario digo que cualquiera de las partes del Flossanctorum donde no se hallare este mismo, sino otro contrahecho por él, que no se tenga por mía, antes debería evitarse como sospechosa. Vale.


Óscar Lilao Franca
Universidad de Salamanca. Biblioteca General Histórica



[1] Esa primera obra, cuyos ejemplares –según Palau– el autor se dedicó a recoger y destruir, lleva por título Comedia llamada Selvagia, en que se introducen los amores de un caballero llamado Selvago con una ilustre dama llamada Isabela, efectuados por Dolosina alcahueta famosa, que como bien se ve pertenecería al género celestinesco.

Para las ediciones de Villegas conservadas en la biblioteca de la Universidad, pinche aquí.

[2] Palau y Dulcet, Antonio, Manual del librero hispano americano: bibliografía general española e hispanoamericana desde la invención de la imprenta hasta nuestros tiempos con el valor comercial de los impresos descritos, Barcelona: Librería anticuaria de A. Palau, 1948-1977.

[3] La sexta parte lleva por título, Vitoria y triunfo de Iesu Christo, y libro en que se escriuen los hechos y milagros que hizo en el mundo éste Señor Dios nuestro, pero la misma portada aclara que Es sexta parte de sus obras..., quedando fijada la vinculación con toda la serie en el privilegio: «vn libro que se intitulaua Vitoria y triunfo de Iesu Christo, y sexta parte del Flos sanctorum».

[4] A partir de la cuarta parte, parece que las ediciones autorizadas serían las de Madrid-Cuenca y, finalmente, Madrid para la última.

[5] Ha llamado la atención este aviso al lector a varios estudiosos del género hagiográfico en España. Por ejemplo: la edición digital a cargo de José Aragüés Aldaz de «Fructus Sanctorum y Quinta Parte del Flos Sanctorum (1594), de Alonso de Villegas», Revista Lemir nº 2 (1998); Helena Carvajal González y Silvia González-Sarasa Hernáez, «Los Flos sanctorum: la impronta de la tradición manuscrita en la evolución de un producto editorial», en Natalia Fernández Rodríguez y María Fernández Ferreiro (eds.), Literatura medieval y renacentista en España: líneas y pautas, [Salamanca]: Sociedad de Estudios Medievales y Renacentistas, 2012, 433-442.

 



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Miguel Elías Sánchez y la botánica

19, febrero, 2013

Durante las últimas semanas contamos, entre nuestros investigadores, con D. Miguel Elías Sánchez Sánchez, profesor de artes plásticas y visuales de la Universidad de Salamanca y artista de prestigio.

El profesor Sánchez está preparando una publicación sobre la ilustración botánica, enfocada a estudiantes de Bellas Artes. Nos ha pedido ver ejemplares de obras de botánica de difPortada de Kniphoferentes periodos y, sobre todo, con diferentes técnicas de grabado y estampación, para poder apreciar texturas, materiales, morfología, luces y sombras, etc.

Ha empezado viendo Botanica in originali seu Herbarium vivum... de Johann Hieronymus Kniphof (1757-1764).

El resultado de sus apuntes y esbozos se puede contemplar en su blog cuadernos de pintor.

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Premio de Bibliografía de la Biblioteca Nacional

8, enero, 2013

Las vacaciones de Navidad nos han sorprendido con la resolución del Premio de Bibliografía 2012 de la Biblioteca Nacional de España, cuya ganadora ha sido Teresa Martínez Manzano, profesora de griego de la Universidad de Salamanca, por su trabajo sobre la historia del fondo griego de esta universidad. Desde esta página queremos darle la enhorabuena.

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La profesora Martínez Manzano lleva mucho tiempo estudiando los manuscritos griegos de esta colección, escrutando su importancia y filiación textual, las manos de sus copistas y desentrañando los avatares históricos que los han guiado hasta los estantes de esta biblioteca –en algunos casos ha rastreado los caminos inversos, los que han hecho que determinados manuscritos ya no estén en Salamanca–. Todo ese trabajo lo ha ido avanzando en diversos artículos, cuyas separatas ha ido entregando puntualmente a la biblioteca para ponerlos a disposición de los investigadores.

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El cantoral de Salinas en Radio Universidad

08/06/2012

El Cantoral de Salinas (s. XVI) y su restauración han sido objeto del trabajo de curso de las alumnas de Historia del Arte de nuestra Universidad Lorena García, María Pilar Ramos y Hui Yan. El programa fue presentado en Radio Universidad el 5 de junio pasado.

El Cantoral, códice de canto litúgico mandado copiar por el músico y catedrático del Estudio Francisco Salinas hacia 1584, fue restaurado en el Instituto de Patrimonio Cultural de España de Madrid entre 2006 y 2011. A su vuelta a Salamanca fue presentado en un concierto del Coro de cámara de la Universidad el 19 de mayo de 2011 y desde entonces se muestra en un expositor en el coro de la Capilla del edificio de Escuelas Mayores.

De todo ello se puede ver más información en las noticias de la web correspondientes a mayo de 2011

Escuchar el programa

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Fragmento incunable en la USAL

Un (medio)incunable más en la Universidad de Salamanca

A Julián Martín Abad

stella_busEl volumen conservado en la Universidad de Salamanca con la signatura BG/26079 es un facticio que contiene tres obras completas y solamente una hojas de una cuarta obra. En una primera fase de la catalogación esa pieza quedó sin identificar. Un segundo intento ha dado sus frutos, gracias a los proyectos de digitalización de fondo antiguo de muchas bibliotecas.

Presentamos en esta noticia el proceso de búsqueda e identificación de la obra y edición contenida en ese fragmento, con la esperanza de que esta pequeña historia resulte de interés, al menos a los neófitos en el mundo de los libros antiguos.

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